viernes, 8 de mayo de 2009

Robótica













Robótica
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La Robótica es la ciencia y la tecnología de los robots. Se ocupa del diseño, manufactura y aplicaciones de los robots. La robótica combina diversas disciplinas como son: la mecánica, la electrónica, la informática, la inteligencia artificial y la ingeniería de control. Otras áreas importantes en robótica son el álgebra, los autómatas programables y las máquinas de estados.

La historia de la robótica
La historia de la robótica ha estado unida a la construcción de "artefactos", que trataban de materializar el deseo humano de crear seres a su semejanza y que lo descargasen del trabajo. El ingeniero español Leonardo Torres Quevedo (GAP) (que construyó el primer mando a distancia para su torpedo automóvil mediante telegrafía sin hilo, el ajedrecista automático, el primer transbordador aéreo y otros muchos ingenios) acuñó el término "automática" en relación con la teoría de la automatización de tareas tradicionalmente asociadas a los humanos.
Karel Čapek, un escritor checo, acuñó en 1921 el término "Robot" en su obra dramática "Rossum's Universal Robots / R.U.R.", a partir de la palabra checa robota, que significa servidumbre o trabajo forzado. El término robótica es acuñado por Isaac Asimov, definiendo a la ciencia que estudia a los robots. Asimov creó también las Tres Leyes de la Robótica. En la ciencia ficción el hombre ha imaginado a los robots visitando nuevos mundos, haciéndose con el poder, o simplemente aliviando de las labores caseras.


Robot

Un robot es una entidad virtual o mecánica artificial. En la práctica, esto es por lo general un sistema electro-mecánico que, por su apariencia o sus movimientos, ofrece la sensación de tener un propósito propio. La palabra robot puede referirse tanto a mecanismos físicos como a sistemas virtuales de software, aunque suele aludirse a los segundos con el término de bots.[1]
No hay un consenso sobre qué máquinas pueden ser consideradas robots, pero sí existe un acuerdo general entre los expertos y el público sobre que los robots tienden a hacer parte o todo lo que sigue: moverse, hacer funcionar un brazo mecánico, sentir y manipular su entorno y mostrar un comportamiento inteligente, especialmente si ése comportamiento imita al de los humanos o a otros animales.
Aunque las historias sobre ayudantes y acompañantes artificiales, así como los intentos de crearlos, tienen una larga historia, las máquinas totalmente autónomas no aparecieron hasta el siglo XX. El primer robot programable y dirigido de forma digital, el Unimate, fue instalado en 1961 para levantar piezas calientes de matel de una máquina de tinte y colocarlas.
Por lo general, la gente reacciona de forma positiva ante los robots con los que se encuentra. Los robots domésticos para la limpieza y mantenimiento del hogar son cada vez más comunes en los hogares. No obstante, existe una cierta ansiedad sobre el impacto económico de la automatización y la amenaza del armamento robótico, una ansiedad que se ve reflejada en el retrato a menudo perverso y malvado de robots presentes en obras de la cultura popular. Comparados con sus colegas de ficción, los robots reales siguen siendo torpes y cortos de entendederas








En ciencia ficción las tres leyes de la robótica son un conjunto de normas escritas por Isaac Asimov, que la mayoría de los robots de sus novelas y cuentos están diseñados para cumplir. En ese universo, las leyes son "formulaciones matemáticas impresas en los senderos positrónicos del cerebro" de los robots (lo que hoy llamaríamos ROM). Aparecidas por primera vez en el relato Runaround (1942), establecen lo siguiente:
Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.








En principio habría que considerar a las máquinas autónomas inteligentes que violan las leyes.
Un misil puede ser considerado inteligente y no tiene problema en matar humanos. Un sistema computacional que coordina ataques aéreos y terrestres utilizado en un centro de operaciones militar viola las leyes. Cualquier robot policía que se pudiese crear debería poder matar como lo hace la policía humana. Esto implicaría revisar los conceptos fundamentales que sostienen a una sociedad. Por ejemplo, si la propiedad privada prima por sobre la vida humana, entonces el servicio de policía debe poder matar humanos para proteger la propiedad privada. Que sea un robot o un humano no hace diferencia, puesto que el resultado es el mismo.
El problema surge de considerar si un conjunto de robots puede apoderarse de los recursos disponibles y esclavizar o aniquilar a los humanos sin importar de qué humano se trate. Cualquier humano sin importar raza, religión o estatus económico sería tratado del mismo modo. Esto deja de lado el problema de los humanos que se esclavizan entre sí y los genocidios que se cometen contra ciertos grupos humanos. ¿Sería más grave que esto lo haga un grupo de robots?
En general las películas de ciencia ficción como Yo, robot plantean que un robot en extremo inteligente puede tomar la decisión de controlar el destino de los humanos y que esto es inaceptable. Estas películas plantean que el pensamiento absolutamente lógico de un robot es inaceptable porque las emociones pueden regular la conducta de un modo más adecuado, más humano.
Hay que destacar que esta idea atentaría contra la evolución natural. Si los robots son creaciones humanas y nos superan en inteligencia y capacidad, entonces que los humanos sean aniquilados no plantearía un problema, porque los robots serían un estado evolutivo superior, y los humanos han sido el eslabón entre los monos y los robots. Los robots serían materia evolucionando.
En definitiva, aunque la vida orgánica pueda ser superada por un estado superior de vida inorgánica inteligente, los robots, hay que recordar que su base de conocimientos, su cultura, habría nacido de los humanos. Se podría decir que los robots serían un estado cognitivo superior humano sin cuerpo orgánico: la mente humana evolucionando en soportes inorgánicos.






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